CONOCE EL MADRID MEDIEVAL
Sumérgete en el Madrid Medieval de la mano de la autora del libro «Y él me dijo… dame a conocer a mí y a Magerit». Pasa un rato ameno y divertido conociendo los recovecos de la ciudad.
El Madrid que conocemos en la actualidad nace en el siglo IX, llamándose en un inicio Magerit y formándose apenas por 4 hectáreas y media. Fundada por Mohamed I y reconquistada por Alfonso VI, con quien comienza una ampliación de la villa con los repobladores cristianos en el siglo XI.
¿Sabias que dónde hoy se sitúa el Palacio Real antes se asentaba el Alcázar Medieval? ¿Sabias que la mezquita principal estaba situada a unos pocos pasos de la Catedral de la Almudena? ¿Y sabias también que en la calle Segovia discurría el arroyo de San Pedro y que lo soterró Juan de Herrera, arquitecto de El Escorial? Madrid encierra una historia apenas conocida y rica en cultura esperando a ser descubierta.
El agua juega un papel esencial en el nacimiento de Madrid, de hecho, quizá uno de los datos más curiosos es que influye hasta en el nombre. Madrid consigue asentarse gracias a sus viajes de agua, cuyos orígenes nacen en Persia y Afganistan. La importancia del agua y su canalización era tal, que determina el nacimiento del nombre de la villa: Mayra – del árabe, viaje de agua y con otra derivación: Magerit – dónde «Magra» significa curso de agua y el sufijo «it» del latín abundancia. En aquel entonces la villa estaba rodeada de arroyos: el barranco de Hontanillas, el barranco de San Pedro y el río Manzanares (llamado Guadarrama hasta el siglo XVII).
Anímate a conocer todas las curiosidades del Madrid Medieval y la historia del nacimiento de la villa.
Madrid en un principio se llamaba Matrice que significa Madre de las aguas, igual que en Andalucía a las ramblas secas se les dice «Madre» y cuando después de varios meses sin portar agua, de repente viene cargada, entonces se grita:
– !Que viene «la Madre»!
Paseo por Puerta Cerrada – calle del Nuncio – Iglesia de San Pedro – Travesía del Nuncio donde estuvieron los primeros asentamientos – subida por la calle del Doctor Letamendi – visita del pozo de San Isidro en la Biblioteca de Ivan de Vargas en la calle de San Justo – comentar la iglesia del fuero de 1202, donde ahora se alza la Basílica de San Miguel – entrar en el Palacio de Cañete para ver un trozo de las murallas de Magerit – Llegar a la confluencia de la Calle Mayor con la Calle Sacramento y comentar la Puerta de la Mezquita o de Santa María, acercarnos a la Puerta de la Vega y al Parque de Mohamed I, llegarnos hasta la calle Alfonso el fotógrafo y disfrutar de ese remanso de paz que trasmite el enigmático recoveco, mientras abajo a lo lejos diviso Caños Viejos y el escudo más antiguo de la villa y una vez reconfortada con tantos años de historia que muestra este sitio tan especial, volver a la calle Mayor y cruzar para contemplar los cimientos del abside de la Iglesia de Santa María, anterior Mezquita Mayor de la Almudena, donde se celebraba la jotba, los viernes, el día grande de alabanza a Dios. Y después de echar un vistazo a la misma, continuar por esa misma calle de la Almudena para llegar a unos jardines que forman parte de la calle del Rebeque donde al final de la misma hay una placa con el nombre de la otra puerta del primer recinto amurallado de la ciudad, La puerta de la Sagra… y mucho más.